Esta es la historia de cómo una película que tenía toda la pinta de ser atroz, ominosa y reprobable no ha resultado ser mala, sino que hasta mola y todo. Todavía no me explico cómo una peli en la que salen tengus-lagartija, zorros de las nieves heterocromáticos sin nieve y bichos informes de colorines con múltiples ojos y un samurái canadiense con ínfulas de Águila Roja consigue ser medianamente respetuosa con la historia original de los 47 ronin.
Y Keanu. Keanu mola. Mucho.
¿No se da un aire a nuestro amigo y vecino Águila Roja? |
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