Porque mi voluntad es tan fuerte como la tuya y mi reino igual de grande

Imaginación, fantasía, ilusión, valentía, nobleza, poder, serenidad. ¿De qué tratan tus ensoñaciones? Dentro de mi cabeza hay aventuras épicas, grandes historias que nunca terminan, caballeros, princesas, dragones, espadas y gatos. Príncipes azules que no destiñen. Música a todas horas. Una banda sonora interminable. Ronroneos y canciones de cuna. Castillos inmensos y palacios de cristal. Olor a lluvia y a césped recién cortado, a libro nuevo y viejo. Cuentos sobre un amor que dura para siempre y que vence todos los obstáculos. Historias de amistad sin límites, de sacrificios con justo final, de buenas personas que consiguen ser felices. De amor verdadero. Dentro de mi cabeza hay fuegos artificiales, bicicletas de colores y siestas al sol en una pradera cubierta de hierba. Hay puertas redondas, campos cuajados de flores, ríos que nunca se secan, plástico de bolitas, cristales multicolor, un sol que no se muere, asientos al revés en los coches y pájaros que llaman con las alas a las ventanas. Un rincón secreto en un bosque frondoso en el que una cascada desemboca en un lago sobre un cielo que, por la noche, se perla de estrellas. Hay estrellas entre las que se puede pasear y conversar con príncipes sobre rosas. Hay peluches suaves, montañas de libros hasta donde alcanza la vista y mares en los que nadar con los delfines. Huele a mar y a cloro. A gasolina y a pegamento. A lilas y a fresas. A pan recién hecho. Hay burbujas de jabón y bailes junto a la hoguera. Hay grandes batallas en las que el destino del mundo descansa en nuestras manos. Hay aventuras, aventuras y aventuras. Y luego unas pocas aventuras más. Estrellas fugaces. Hay una casa de ensueño del mundo apartada y un caballo pardo que lo conecta al mundo. Hay chocolate, cerezas y vinos tan dulces como el verano. Hay lobos que aúllan a la luna y lunas que nunca se apagan, flores de siete colores, nieve en cualquier época del año y mantas para arrullarse junto a la chimenea. Hay pies descalzos, aguas cristalinas y aire puro de la montaña. Hay belleza en cada esquina y corazones felices. Los buenos siempre ganan. Hay sandalias, bermudas hawaianas y tablas de surf. Hay puestas de sol en la playa y algodón de azúcar. Hay poderes mágicos, polvos de hada y una canción que nunca acaba. Hay sonrisas y lágrimas de alegría. Hay palabras dulces y un consuelo para cada dolor. Hay manzanas de caramelo, besos que nunca se olvidan y abrazos que nunca terminan. Hay... Hay magia.