No sé cuántos días hace que no escribo, pero siento que ha pasado toda una eternidad entre la anterior entrada y esta. Han sido un puñado de días cargados con... con la vida. Ya lo decía Andrés Aberasturi en aquel poema tan hermoso: la vida... qué palabra, tan dura a veces. Pero de todo se aprende. Y cada lección aprendida nos hace más fuertes. Hasta que te vuelves Terminator y acabas con la humanidad para siempre jamás.
El caso es que, entre una eternidad y otra, los Juegos Olímpicos de Río han tocado a su fin. Y de esos dieciséis días cargados de emociones, lágrimas, alegrías y rabia, me quedo con esta imagen de Michael Phelps despidiéndose (quizá por última vez) de la competición que le hizo alcanzar la gloria. Una imagen que me remueve por dentro hasta tal punto que me deja al borde del llanto cada vez que la observo. Hay algo en sus lágrimas en lo que me reflejo, no sabría explicar muy bien por qué. Gracias por todos estos años soñando, Michael, las palabras se quedan cortas para describirte, a ti y a tus hazañas.
Así que tenemos que empezar a pensar en unos Juegos Olímpicos sin Michael Phelps y Usain Bolt. ¿La parte buena? Que se van a celebrar en Tokio. Dentro de cuatro años nos vamos a pasar un par de semanas de un orgasmo visual a uno deportivo. Ya lo demostraron en la ceremonia de clausura, en la que Japón destruyó a Río en cosa de diez minutos. Esta imagen de los deportistas al más puro estilo videjuego de lucha me parece una auténtica maravilla.
Morriña de tó...
En cuatro años nos espera más de esto. MUCHO más de esto. Stay strong.
¿Qué le lleva a alguien despertarse un buen día y pensar: "Voy a hacerme un ironman"? Yo no lo sé, pero conozco a un par de personas que os lo podrían contar. Una de ellas es mi hermano. Y 3,86 km de natación, 180 km de ciclismo y 42,2 km de carrera en poco más de doce horas le han convertido (todavía más) en un superhéroe. Y todo sin perder esa enorme sonrisa que le caracteriza. "Rafa, eres grande" se queda extremadamente corto para describirle. A él, a su proeza y a las emociones que despertó en todos los que compartimos con él parte su camino.
Tan y tan grande que el Triathlon de Vitoria-Gasteiz ya se le queda pequeño. ¿Qué será lo próximo que traiga el viento?
En el ránking de las cosas guays de esta vida hay cosas bleh, cosas guays, cosas muy guays, cosas súper guays y cosas ultramegasuperchachiguaysdelaleche. Y luego está la fina ironía de que el ESTABILIZADOR de mi arco tenga nombre de rey loco. No sabéis lo muchísimo que me encanta ♥
Bye-bye, Bayern, a cavar con pala. ¡Que nos vamos a la final de la Champions! Ahora toca ganarla y dedicársela a Xavi Hernández. A la tercera va la vencida, chavales, nunca dejéis de creer. ¡Aúpa Atleti!
Representación gráfica del hincha atlético medio cuando se le han pasado los múltiples ataques al corazón.
Queremos el selfi que se hicieron Indi y Berni en el Calderón. Y fun y pin.
Escribir esta entrada me hace especial ilusión. La tenía planeada desde hace años, pero acabó cayendo en el agujero negro a veces que tengo por cabeza. Pero ahora que quedan cuatro mesecitos de nada de olimpiada (yay!) es buen momento para recordar a este héroe del olimpismo.
El hombre que veis en la foto con cara de circunstancias y (no solo lo parece) ahogándose es Éric Moussambani en su estelar intervención de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Nacido el 31 de mayo de 1978, es un nadador de Guinea Ecuatorial que fue invitado a los Juegos sin alcanzar los tiempos mínimos, junto a otros dos nadadores, a través de un programa del COI por pertenecer a un país en vías de desarrollo. El sueño de Éric era participar en la competición de atletismo en unos Juegos, pero el equipo de su país estaba completo y la Federación le ofreció una plaza en natación. ¿Y por qué no? Pues allá que fue.
¿Pero qué ocurrió aquel día que lanzó a Moussambani a la fama y directo a nuestros corazones? Que casi se ahoga en plena competición nadando él solo. Sus dos compañeros de serie, uno de Tayikistán y otro de India, fueron descalificados por salida falsa. No sólo eso: terminó la prueba de 100 metros libres en 1:52.72, más del doble que sus competidores más rápidos, e incluso superior a la plusmarca mundial de los 200 metros.
Esta carrera contra sí mismo se convirtió en una de las más difíciles de ver de la natación olímpica. Aunque cuando comienza la prueba parece que va a comerse el mundo sin empujar con pan ni nada, pronto empieza a notarse que sus movimientos son un poco extraños. Pero lo peor está por llegar. En los últimos cincuenta metros empieza a... ¿a qué? ¿Qué leches estás haciendo, Éric? Con su estilo poco ortodoxo, al público le costó unos segundos asimilar lo que estaba pasando. "Los últimos quince metros han sido muy difíciles", declaró después. Pero no sé si se refería a él o a los espectadores, que terminaron aplaudiéndole en pie, emocionados y conmovidos por su tesón y su tenacidad (las risas que se oyen en el vídeo son llantos de emoción, no me cabe duda).
Pero todo esto tiene sentido. Antes de llegar a Sídney, Éric nunca había visto una piscina olímpica de 50 metros. Debido a la falta de infraestructuras deportivas en su país, había estado entrenando tan solo durante ocho meses en una piscina de 22 metros de un hotel. De hecho, la piscina olímpica le pareció tan gigantesca que pensó que era de 100 metros y que bastaba con nadar el trayecto de ida.
Pero como buen deportista, Éric Moussambani no se rindió, y este no fue el final de su carrera deportiva. Siguió entrenando con las miras puestas en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y consiguió bajar su marca por debajo de los 60 segundos, aunque nunca llegó a participar porque su país no tramitó su visado a tiempo. Lo volvió a intentar en Pekín en 2008, pero su momento había pasado y no consiguió clasificarse. Y aunque nos privaron de otra de sus espectaculares actuaciones, en marzo de 2012 fue nombrado entrenador del equipo nacional de natación de Guinea Ecuatorial. Hoy en día es considerado un modelo a seguir en África, donde multitud de jóvenes se entrenan en ríos para seguir su estela.
Go, Éric, go!
El intento de ahogo fue el trampolín de Moussambani para dar el salto a la fama, convirtiéndose en un héroe popular, cambiando la tradicional creencia de que para ser un triunfador en los Juegos Olímpicos tienes que lograr un metal o pulverizar un récord. Éric Moussambani no pasará a la historia como el mejor deportista de todos los tiempos, pero eso carece de importancia cuando cumples tu sueño, ese tipo de sueños que solo puede concederte el deporte.
Este es un mensaje a todo aquel que quiera ser un atleta. Si lo quieres más que quedarte durmiendo... Si lo quieres más que salir toda la noche... Si lo quieres más que unos likes... Si lo quieres más que estar siempre perfecta... ... o comerte aquel pastel... Más que una cara sin rasguños... Más que unas manos suaves... Si de verdad quieres ser un atleta... con quererlo no es suficiente.
Pues hoy iba a escribir sobre otra cosa, pero he visto que Asics me ha hecho un anuncio y soy como el isopreno: muy volátil (toma chistaco nerd de los malos). Hale, que ustedes se lesionen felices.
Anoche se celebró la Super Bowl 50, lo que significa que otro año más fingí que me entero de algo cada vez que veo un partido de fútbol americano y me preparé para una noche maravillosa del mejor deporte americano y muchos anuncios chachis. A continuación os muestro una recreación dramática de cómo viví la final de este intenso partido.
¿Hay anuncios ya?
No os aburriré con detalles, bastante tuvimos con la segunda parte del partido: los Broncos de Denver ganaron a los Carolina Panthers 24-10 en un partido en el que cada vez que Peyton Manning tenía la posesión el público se armaba con almohada y pijama. Los dos equipos jugaron con una defensa excelente, pero en este partido no hubo touchdowns marcados con el culo ni enfrentamientos épicos entre el hermano bueno y el malo. El MVP fue Von Miller, linebacker de los Broncos de Denver, pero lo vi ya con un ojo abierto y otro cerrado, así que me perdí si echó la lagrimita o si se lo dedicó a la Virgen del Pino Chico.
Ay, Macarena.
Total, que Manning por fin se resarció de aquella derrota que tanto escocía ante los Seahawks de Seattle de hace dos años (que finalizó con un escalofriante resultado de 43-8), y la Super Bowl 50 se convirtió en la tercera para los Broncos. No puedo terminar mi (vergonzosa) crónica de entendida sobre el partido sin darle la enhorabuena al propietario del equipo. Así que... ¡enhorabuena por tu victoria, Homer!
Ahora a lo que importa. ¡Actuaciones, espectáculos, descanso... ANUNCIOS! Empecemos por el principio, cuando Lady Gaga apareció disfrazada de Effie Trinket para cantar el sacrosanto himno de los EEUU.
¡Bienvenidos a los L Juegos del Sopor!
Lo del descanso fue épico. El escenario era todo de Coldplay. O eso creían ellos, porque cuando apareció Bruno Mars vestido con una bolsa de basura del Mercadona y Beyoncé con su mochila de epicidad, se lo comieron vivo.
"Beyoncé vestida como Michael Jackson. Bruno Mars vestido como Psy. Otro tío vestido como el tío de Coldplay." @andykhouri
A mí en el cole también me disfrazaron con una bolsa de basura, sé lo que se siente, Bruno.
Así que el mundo decidió que Chris Martin es el nuevo Tiburón Izquierdo de la Super Bowl.
¡Te echábamos de menos, Left Shark!
Ahora, quiero un paraguas tan chulos de estos de Coldplay.
Pero sin duende raro debajo, porfa.
Luego hubo un momento en el que medio mundo aguantó la respiración porque pareció que Beyoncé dio un traspiés y se iba a caer. Pero no contábamos con que esta mujer tiene superpoderes y los utilizó para empujar la Tierra unos milímetros hacia abajo.
Y así fue como se salvó el culo (literalmente).
Al margen de chorradas (¿chorradas? ¿¿En este blog??), este par sabe ser ÉPICO.
En mi barrio eso es pelea, abrazafarolas.
Si no tienes sueños húmedos con esta mujer, no eres humano.
Pero, Almu, déjate de mierdas y ve a lo que realmente importa: ¡los anuncios! Tengo que decir que entre los anuncios de estreñimiento y los de diarrea se creó un extraño equilibrio del que no quiero mencionar mucho más.
Entre los que más me molaron está el de la Coca-coca mini, protagonizado por Hulk y Ant-man; el otro de Coca-cola de los hermanos ♥; el de Willem Dafoe; el de Doritos de los perros colándose en el súper; el del taco nuevo del Taco Bell; el de Steve Harvey haciendo referencia a su cagada en la gala de Miss Universo; el de los ladrones de bancos; el de las ovejas cantando, el de Amazon Echo (con Alec Baldwin, Missy Elliott y Dan Marino); el de Hyundai de la primera cita... Aquí tenéis unos cuantos:
El teaser de X-Men: Apocalipsis me pareció un poco caca, simple y llanamente porque casi no sale James McAvoy. Hala. Qué desperdicio. El de Deadpoolestuvo gracioso (en su línea), y el de El Libro de la Selva me flipó muchito ♥ (right in my childhood). Ahora, con el de Captain America: Civil War me deshidraté en cosa de 30 segundos.
¡Qué subidón! ¡SUBIDÓOON!
Aunque de esta imagen lo que verdaderamente saqué en claro es este gif que he visto por Tumblr:
La has cagao, bacalao.
El combo Chris Evans + Sebastian Stan es demasiado para mi cordura (ovaries explode).
Y, hale, daos con un canto en los dientes, que mañana es día de escuela.
¿Qué puede haber más maravilloso que Michael Phelps volviendo a la carga? Pues Michael Phelps haciendo el capullo en calzoncillos. Oh, sí.
Resulta que la técnica de la Demencia del Estu consistente en distraer el rival mientras lanza tiros libres ha llegado a la liga universitaria de baloncesto de EEUU. Pero como allí son más pros, en lugar de imitar a orangutanes en celo, se han inventado un sistema llamado la "Cortina de la distracción", donde los estudiantes de Arizona se colocan detrás de la canasta y cuando se abre la cortina aparecen personajes que pretenden llamar su atención y distraer al tirador para que falle el lanzamiento.
Y en estas estaban el jueves pasado en el partido que enfrentaba a los Arizona State ante los Oregon State, cuando Michael Phelps apareció en gayumbos, gorro de natación y pajarita con sus 18 medallas de oro colgadas del cuello y bailando acompañado de dos bailarines de lujo. Y con erótico resultado, porque el jugador de marras falló los dos tiros libres.
Quién le podría culpar...
Quién sabe si fue gracias a los gayumbos reflectantes de Phelps, pero el equipo local venció por 86-68 a los Oregon State. Disfrutad de este regalo para vuestros ojos. De nada.
Ayer fue el primer lunes de enero tras las fiestas. ¿Y qué toca el primer lunes oficial de enero? ¡Bienvenidos a los Trigésimo Cuartos Juegos del Hambre!
Y para ir a juego con este nuevo y maravilloso estilo de vida las matrículas de los gimnasios suben un 300% en estas fechas. Así que si durante las fiestas fue toda una aventura digna de McGyver aparcar en el centro comercial donde está el gimnasio, ayer fue una odisea desesperante entrar al vestuario. Gente por todas partes, mochilas tiradas por los suelos, chicas cambiándose en una esquina esquivando las puertas de las taquillas (esa era yo), nubes de vapor de la ducha, ruidos de todos los secadores del mundo a la vez... Las clases, hasta arriba. Cola en las máquinas. ¡El milenarismo ha llegado para nuestros michelines!
Eso sí, a partir de las 9 y pico de la noche ya solo quedábamos los mismos frikis vigoréxicos de todos los días. Me consuela pensar que a final de mes la invasión zombi habrá finalizado y volveremos a estar los de siempre y ya nos olvidamos de las hordas turbias hasta la Operación Deslorce Veraniego.
Si sabéis algo de inglés no os perdáis este "documental" de Buff Dudes, es un magnífico retrato de la fauna que habita los gimnasios de todo el mundo. Aunque falta el deportista torpe que no hace más que caerse y tirarlo todo, ¿os resulta familiar? xD
¡No estaba muerta, estaba de parranda! Aunque muerta voy a acabar como siga a este ritmo. Que decía yo que como tenía diez minutitos libres, ¿qué hacer con ellos? Pues apuntarme a un gimnasio (sí, otro) y aprovechar allí todas las horas que pueda. Que como una es poco bruta, quiere rentabilizar la cuota... lo que en términos almudenescos significa "echar horas machando los músculos hasta que los músculos me machaquen a mí" (vigorexia... vigorexiaaa ♫).
En poco más de dos semanas he conseguido aclimatarme. Pero aclimatarme en mi línea. A ratos lo paso un poco mal, tiene que ser todo un show verme en modo "soy más torpe que Ashley Greenwick en una pista de hielo".
Spoiler alert: Es Ash, pero bien podría ser yo misma.
Ahora empiezo a explicarme por qué casi todos los profesores intentan venderme sus clases.
Descripción gráfica de Almu haciendo deporte.
Todas estas experiencias me han llevado a un nuevo y rápido aprendizaje que me ha permitido empezar a elucubrar sobre las bases de la cultura del gimnasio medio español. Véase:
Cuanto más intentas pasar desapercibido, más llamas la atención. Que me expliquen a mí si no porqué todo el personal del gimnasio ya me saluda y me pregunta qué tal lo llevo. Y no, no es una pregunta casual. SE ACUERDAN DE TI Y DE TUS MIERDAS. Da mucho miedito.
Artistas hay en todas partes; artistas marciales... no tanto. Lo del body combat está gracioso mientras estamos de vacaciones en kárate. Vale. Pero que me digan cosas como que meta el hombro al dar un puñetazo o que no recoja la pierna al dar una patada para mis oídos es tan agradable como que Cruella de Vil frote sus uñas contra una pizarra. Pero eso no es lo más grave, no. Lo que me tiene reconcomida por dentro es PARA QUÉ LECHES SE PONEN GUANTILLAS. Las guantillas, lechoncitos míos, están para no hacerle daño a tu oponente. ¿A quién no quieres hacer pupa? ¿¿Al aire?? Flipaos de la vida, carallo...
Yo aquí he venido a ligar. Esta conclusión se divide en dos tipos de persona: la que para ligar se arregla más que para ir de boda y la que pasa de todo. Me gustan los que pasan de todo, esos que te vienen con su gorrito de piscina/espermatozoide y se creen sexys y todo.
Todo el mundo puede elaborar frases motivacionales. Y publicarlas en un libro. Estoy segura de que cosas tan elaboradas como "Aunque creas que no puedes, puedes" o "¡AGUANTA AHÍ!" lo petarían (aunque la verdad es que en el ambiente del gimnasio tienen su punch).
La música a toda hostia es im-pres-cin-di-ble. Aunque no se oigan las indicaciones del monitor ni por los altavoces. ¿Pa qué? Vale, motiva un huevo. Y para algunas algunas clases es fundamental. ¿Pero de verdad es necesario poner pop ochentero? ¡Que amenazo con ponerme a cantar 'Desátame' a voz en grito, oiga!
El aquagym ya no es aquagym. Quizá haya sido para quitarle la lacra de "deporte de señoras con gorros de flores", pero ahora se le llama de todo menos aquagym. Interval, cardiodynamic, aquapaide, aquadynamic, Aquaman...
Si crees que alguna vez has sudado de verdad, estás muy equivocado. Luego te metes en una clase de ciclo y te das cuenta de que eras un dulce niño del verano.
"Oiga, ¿esto es Madrid en verano?"
"No, ¡es una clase de spinning! ¡Y aunque creas que no puedes, PUEDES!"
Todas las monitoras se tocan. Sí, tal y como suena. De momento todas las que me han dado clase se pasan un buen rato recogiéndose el pelo, soltándoselo, recogiéndoselo, soltándoselo... y vuelta a empezar. Y luego más de lo mismo con la ropa. Que si me la encojo, me la estiro, me la meto por el sujetador, me la saco, me la vuelvo a poner bien... Vale, lo confieso, yo también me toco (porque de vez en cuando una señorita tiene que colocarse las bragas).
Las chicas no sudan, brillan. O eso me ha dicho hoy un señor muy majo que no tenía ningún motivo ulterior.
Los profesores no saben cómo lidiar con mis despistes. Quizá es que llevo muchos años con el mismo sensei y ya sabe qué hacer conmigo cuando me quedo en la parra (que si me conocéis, es muy a menudo). Hoy un profesor me ha pillado en un momento Mundos de Yupi y su respuesta ha sido preguntarme si estaba bien. Nada que añadir, señoría.
Siempre. SIEMPRE hay un tío cachas en la zona de las pesas. Para mí que los contrata el propio gimnasio.
Todos los plátanos y todo el agua del mundo nunca van a ser suficientes. Al menos si eres tan brutito como yo. O un minion.
Seguiremos investigando...
¡Sed buenos! Y dadle muchos mimitos al PLANETA Plutón, se lo ha ganado.
Bueno, pues como me perdí el que posiblemente fuera uno de los mejores partidos del Atlético de Madrid (por irme a aprender a matar con palos y pinchos, todo hay que decirlo), vengo a quejarme por aquí formalmente. No sólo es que el Atleti ganara 4-0, jugara bonito, sin dar patadas y que hubiera hasta un gol de chilena, es que encima fue contra el Madrid. Al final va a ser verdad eso de que nos vamos a tener que buscar a otro rival, este ya se nos queda chico.
Y como no puedo decir mucho más del partido que no vi (*josnif*), aquí os dejo un gif del Marca de la chilena de Saúl Ñíguez. Atención a la foto superior y al gesto igualico de OOOOOOOH de Griezmann y Casillas.
Olé tus huevos, chaval.
Te hemos echado de menos, Torres ♥
¡Sois grandes, chavales! Al final del partido, la mitad del estado se quedó coreando: "¡Cholo, sácalos!" y la mayoría de los jugadores salieron a saludar a la afición. Y luego iban todos los aficionados cantando por la calle. Qué cosas tan bonitas nos regala el deporte de vez en cuando.
PD.: Se me olvidaba... Este partido tuvo el dudoso honor de estrenar una "kiss cam" al más puro estilo americano. Que semos españoles, no nos deis estas cosas, que la liamos... Y si no, al tiempo.
Demonstración gráfica de cómo vivió Verano su primera Super Bowl (Pangur pasó de verla y de nosotros). Vale, quizá he exagerado un poco y la que estaba así de japi era yo, lo de Verano fue más bien así...
... aunque la mayor parte del tiempo fue algo así:
Curioso: esto pasa haya Super Bowl o no.
Menudo partidazo. De lo más emocionantes desde que llevo viendo la Super Bowl... aunque en este no hubo touchdown marcado con el culo. Otro anillo para Tom Brady y sus New England Patriots, que chafaron el objetivo de los Seattle Seahawks de ganar dos Super Bowl consecutivas. Lo siento chavales, me quedo con Brady (que es más guapo) y con el presidente de su equipo (que no sabe hablar y escucharle es muy gracioso). ¡Enhorabuena, chavales!
¿Pero eso fue todo? ¡NO! Sí, vale, hubo hostias a mano abierta. Pero a lo que me refiero es a... ¡los anuncios! Para mí es una de las noches más estresantes del año, porque no puedo levantarme de la silla. Creo que es el único programa en el que los anuncios molan casi más que lo que están emitiendo. Y mira que la Super Bowl mola cacho. Así deberían ser todos anuncios, como el de los deportistas de Reebok, el del móvil ese poderoso, el de las chicas que corren como chicas, el de Liam Neeson clamando venganza, el de los gatetes de Whiskas, el de Pierce Brosnan, el tráiler de Ted 2 con aparición estelar de Tom Brady y sus espermatozoides mágicos, el tráiler de Pitch Perfect 2 (¡wiiiii!), el de Jurasic World (¡más wiiiii!). Eso sí, el anuncio del niño muerto fue un cortarollos. Y el perrito de Budweiser sigue empeñado en que saquemos el pañuelo. Para muestra...
Aunque, sin duda, el mejor de la noche fue el protagonizado por Walter White. No Bryan Cranston, no, Walter White. SAY MY NAME.
La actuación del descanso de Katy Perry (que contó aproximadamente con el mismo presupuesto que el PIB de Grecia), escoltada por Lenny Kravitz, Missie Elliot, unas pelotas de playa con ojos y los tiburones más ridículos EVER, me moló mucho. Eso sí, Katie, un par de cosillas:
Quiero este león/pantera/cosa para que me lleve al curro.
Tía, un poco de sentido del ridículo a veces es hasta bueno.
ROAR.
Y ya por vergüenza (y para regalarnos los ojos) voy a dejar alguna imagen del partido. Y sí, tenía que ser de él.
Aquí el mejor gif del partido.
Y aquí el que mejor lo resume.
¡Hasta el año que viene, superbowlmaníacos!
PD.: Chris Evans y Chris Pratt estuvieron viendo juntos el partido.