Esta es Venus, la gata quimera. Tiene tres años, pero su imagen ya ha recorrido el mundo entero y se ha convertido en una celebridad de las redes sociales. Con la mitad del rostro negro y la otra mitad pelirrojo, un ojo verde y otro azul, algunos califican a Venus como “quimera”. Según la mitología, las quimeras eran híbridos formados por partes de diferentes animales. Pero también se le da este nombre a los gatos que, como Venus, poseen dos tipos de ADN, fenómeno causado por dos embriones fusionados. Una mutación extraordinaria unida a la heterocromía (un ojo de cada color) convierten a esta gata en un espécimen muy, muy raro.
Según la página del National Geographic, entre los gatos, las “quimeras” no son algo realmente raro, de hecho, muchos de los gatos carey (manchados) tienen estas características. El distintivo moteado naranja con partes negras es un símbolo de un cromosoma X extra.
Leslie Lyons, profesor de la Universidad de California, que estudia la genética de los gatos domésticos, apunta que el problema es que las gatas ya tienen dos cromosomas X, para que puedan lucir el color negro sin tener un X extra. Esto implica que Venus no tiene porque ser necesariamente una quimera en sentido literal. Para poder saberlo requeriría pruebas genéticas, en palabras de Lyons. Con muestras de piel de cada lado de la gata, "podemos hacer un ADN de huellas digitales al igual que en CSI y el ADN de un lado del cuerpo debe ser diferente de la otra".
En la página de Facebook de Venus su dueña cuenta que conoció a Venus a través de una página de gatos sin hogar. Vivía en una granja en Carolina del Norte (Estados Unidos), y decidió que la adoptaría inmediatamente porque ya tenía otros dos gatos, uno negro y otro pelirrojo, así que pensó sería la oportunidad para tener una especie de mezcla entre ellos dos.
Sus dueños la describen como cariñosa y tranquila y ya cuenta con más de 70.000 fans en Facebook. Esta peculiar "dos caras" sí que es rebonica, que tiemble Harvey Dent.
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