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miércoles, 27 de julio de 2016

Y amaré el ruido del viento en el trigo

Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo… 
El principito, Antoine de Saint-Exupéry 

viernes, 6 de mayo de 2016

El Gokubús (II)

Anoche la herramienta de recuerdos del Facebook me contó que ya han pasado tres años desde que hice esta foto, con todo mi candor y mi inocencia. Tres años de añoranzas y suspiros cuando la congoja da tregua. Y me he pasado todo el día melancólica pensando en esos últimos momentos que compartí con Goku, retozando en el jardín, jugando en un lugar en el que el tiempo no existía y los amigos nunca se tienen que ir. Y se me ha ocurrido que me apetece reproducir la entrada que subí hace tres años, cuando todavía existía una luz tan pura en este mundo.

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¡Un gato! ¡Un gato autobús! ¿El Gatobús? ¡No! ¡El Gokubús!

Sólo había una forma de que el Gatobús fuera más molón: digievolucionando en Gokubús. O lo que es lo mismo: MORIR MUCHO DE AMOR ♥

Morid de amor, mortales.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Only miss the sun when it starts to snow

Que alguien le diga a la ciclogénesis explosiva que deje de tocar la moral y que explote de una puñetera vez. ¡Queremos nieve! Es más... ¡queremos un Gatobús de nieve!

... y otro de verdad... *sigh*...

viernes, 17 de mayo de 2013

Once you've met someone, you never really forget them

Chihiro: ¿No recuerdas tu nombre? 
Haku: No, pero por alguna razón recuerdo el tuyo. 

El viaje de Chihiro (2001)

martes, 7 de mayo de 2013

El Gokubús: cómo se hizo

Lo sé, todos lo estábais esperando... ¡más fotos del Gokubús! Tamaña adorable obra maestra bien se merece tres o cuatro... mil entradas. Y ahora es cuando os entra la risa floja porque sabéis que soy capaz.

ME LE COMO ♥ Sin empujar con pan ni ná.
Bueno, bueno, al tajo, que está entrada es un making-of del Gatobús personalizado (e incluso mejorado), así que vamos a ello. Lamentablemente, no hice muchas fotos en el proceso, pero lo compensaré poniendo más fotos del Gokubús, que sé que lo estáis deseando.

Véase un ejemplo.
Para los pocos pobreticos que no sepáis quién es el Gatobús, remitiros a una de las mejores películas del cine de animación y del cine en general, Mi vecino Totoro, del gran Hayao Miyazaki. La peli tiene sus años, pero ha envejecido muy bien, y es total y absolutamente IM-PRES-CIN-DI-BLE. Sea cual sea la lectura que hagas de la peli, es preciosa.

Si el transporte público fuera así, no me volvería a quejar nunca jamás al respecto.
Hale, al lío. Lo primero que hice fue... devanarme la neurona para decidir cómo crear de la nada un autobús gatuno. Después de que alguien con muy mala uva me metiera la idea en la cabeza, llevaba un tiempo pensando en hacer la diablura, y era ahora o nunca. Así que tomé como ejemplo un peluche del Gatobús que tenía por casa, que viene siendo bastante parecido a este:

Da un poco de mal yuyu, podéis decirlo con total impunidad.
Los materiales necesarios son muy básicos y casi todo lo podéis encontrar en los chinos:
  • Tela de fieltro marrón oscuro, marrón claro, amarillo y gris (vale cuatro duros en cualquier tienda de retales).
  • Pegamento (a mansalva).
  • Algodón.
  • Cuatro cuentas azules, cuatro rojas y cuatro negras (en las tiendas de abalorios tienen algunas muy bonitas, pero en los chinos están tiradas de precio).
  • Cuerda blanca o gris.
  • Una caja de zapatos.
  • Cinta adhesiva gruesa (la típica marrón que siempre anda rondando por casa vale).
  • Tijeras, aguja e hilo.
El precio final debió de rondar los 4 ó 5 lerus. Pensé en hacer una estructura base de cartulina, pero me di cuenta de que el cuerpo de Goku encajaba muy bien en una caja de zapatillas Converse y me dispuse a tunearla. Estas cajas vienen con unas lengüetas muy raras en los bordes que me permitieron hacer trapecios en los laterales, tal que así:


Esto es importante, porque da la sensación inclinada de las lunas del coche. Lo pegué con cinta marrón y recorté lo que no me interesaba (fue como hacer un recortable). Luego hice un agujero para la cabeza y otro para la cola de Goku, probándoselo para ver si le encajaba.

¡No os olvidéis del agujero de la colita!
Lo siguiente fue hacer un patrón en un folio de las ventanas laterales. Lo pasé al fieltro con rotu, pero tened cuidado de no apretar mucho, o se transparentará el pegamento cuando lo vayáis a pegar. Si eres mañoso, puedes recortar las ventanas directamente, haciendo un agujero en el centro, el fieltro es muy fácil de manejar. Luego le pegué fieltro amarillo por detrás y listo.

Siento una conmoción en la Fuerza...
Después pegué algodón en los laterales de las ventanas y en el techo, para crear sensación mullidita. Después forré los laterales con fieltro marrón claro, pegué las ventanas laterales y corté el fieltro marrón oscuro para hacer el techo y las lunas trasera y delantera. Recorté los bordes haciendo picos aleatorios para dar sensación de pelaje. Luego corté otras dos tiras para colocarlas debajo de las ventanas siguiendo este mismo método.

Go! Go! Go!
Lo siguiente fueron las patas y los ratones. Hice dos patrones diferentes y corté 16 óvalos para las patas (el Gatobús tiene 12 patas, hice 8 y Goku puso las otras 4) y 8 para los ratones. En la máquina se cosen en cero coma. Se cosen del revés dejando un hueco para darles la vuelta y meterles el relleno.

Hay que ir probándoselo con cuidado de no hartarle de moñadas tan pronto.
Y luego ya sólo quedan los detalles. Rellené las patas de algodón y corté 8 óvalos grandes y dos pequeños de fieltro marrón oscuro siguiendo el mismo procedimiento de los picos (con un patrón dibujado en un folio, para que no hubiera una diferencia de tamaño exagerada). En las patas delanteras lleva dos manchas, ahí se pegan los óvalos pequeños.


Luego rellené los ratones con más algodón, y aproveché que tenía que coser la abertura para añadir las colas con un poco de cuerda. Compré una plateada muy bonita en una tienda de abalorios, casi parece mithril ♥ Para las orejas hice 4 óvalos con fieltro gris y los cosí doblados por el centro. Nota: coso como una niña de cinco años (exagero, la niña cosería mejor que yo) y, aun así, el resultado fue bastante curiosete. De hecho, mi tía me vio cuando estaba en el proceso de hacerlos y por un instante pensó que eran de verdad. 


Los ratones hacen de las veces de faros, así que los de delante tienen los ojos azules y los de detrás, rojos. Compré cuentas de cristal brillantes en los chinos, pero las azules hacían poco contraste con el fieltro gris, así que opté por unas mate, pero más vistosas. Las narices las hice con cuentas negras. Como eran de madera y ninguna de las que venían en el paquete me convencía demasiado, corté unas cuantas a mi gusto con una sierra y luego las pinté por dentro con un poco de pintura negra (de las rejas de la casa del pueblo, lo primero que pillé). Luego mi padre tiró la mayoría por accidente y tuve que estar haciendo arqueología nocturna en el jardín. Y este es el resultado:



Y ya sólo queda el letrero. No me decidía por ninguna de las localizaciones que muestra el Gatobús en la película, así que opté por una propia. Busqué los kanjis de "Gatobús" (ネコバス) y "Son Goku" (孫 悟空) y saqué el nombre del invento: Gokubús, es decir, 悟空バス.

Hice dos letreros y uno lo he colgado en mi habitación ♥
Y así quedó el invento terminado:




Al Huargoveja no le sienta tan bien, pero es un poco más dócil que Goku.
Y ahora, sin más dilación, lo que toda la tropa estábais esperando realmente: una pequeña muestra de la sesión de fotos que hicimos en el jardín. Espero que os gusten los montajes, me he divertido mucho haciéndolos (en realidad hay Totoros en mi jardín, pero no se lo digáis a nadie). Enjoy yourself!

El resultado no está pero que nada mal, ¿eh? ^__^
Gokubús en marcha. Se le volcaba un poco hacia los lados al andar.
¡Pasajeros al buuus!
Con calcetines blancos no pasas.
Fotografía de archivo que muestra a Totoro esperando al Gatobús.
Hola, me llamo Goku y soy el gato más guapo y achuchable del mundo mundial.
Goku ES el Duende Karin. Y fun y pin.
Goku y Huargoveja juntos en otra delirante aventura.
Por detrás también me encanta, parece un Gatobús de verdad.
En esta foto está DEMASIADO ADORABLE. Me encanta muchísimo ♥
Parece un gato de bruja ♥
Goku... Gracias por aguantarme estas idas de olla todos estos años.

PD.: Escribir esta entrada no ha sido fácil. Y no me refiero al esfuerzo de seleccionar las fotos, retocarlas, escribir y demás. Están siendo unos días muy difíciles, pero siento que necesitaba escribir, dejar constancia de esto para cuando quisiera echar la vista atrás. Espero que hayáis disfrutado con las fotos, hay mucho esfuerzo, ilusión y algo de congoja detrás. Mi Goku estuvo aquí.

domingo, 5 de mayo de 2013

El Gokubús

¡Un gato! ¡Un gato autobús! ¿El Gatobús? ¡No! ¡El Gokubús!

Sólo había una forma de que el Gatobús fuera más molón: digievolucionando en Gokubús. O lo que es lo mismo: MORIR MUCHO DE AMOR ♥

Morid de amor, mortales.

viernes, 19 de abril de 2013

Celebrando citas

... ¿o era al revés?

Ondiá, ¿quién escogería las citas de esta página? Si la columna llevara mi firma, no se notaría tanto quién las ha seleccionado. Cuánta ilusión me hizo que me encargaran esto. Creo que fue una de las páginas que más me ha moló hacer en aquella revista, y eso que fue algo que surgió de urgencia y tuve que apañarlo en un momento. Y la maquetación también es una pasada ♥, se lo dije varias veces al diseñador cuando me trajo la prueba final. Había días muy guays en la redacción.

jueves, 18 de abril de 2013

Come out, come out, wherever you are!

¿Habéis oído alguna vez eso de que cuando el diablo no tiene nada que hacer con el rabo enreda? Pues cuando tiene muchísimo que hacer, enreda todavía más. Y este es el primer paso para convertir a Goku en mi propio y pequeño...
¡Gatobús! Sí, se me va mucho la olla, puedo decirlo con orgullo (o algo). De momento Goku parece a gusto con la caja, veremos cuando esté terminado. Que veremos cuánto tarda en destrozarlo, vamos.

Por cierto, que llevaba un tiempo detrás de una guirnalda de lucecitas de copos de nieve y por fin la he encontrado. Mi madre opina que ahora mi habitación se da un aire a un "puticlú". Pues a mí me gusta, jo.
Sí, son copos de nieve, no bolas de hielo incandescente.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Freak and proud

Guau. Quince años. Quince Salones del Cómic de Madrid. Quince Expocómics que parece que empezaron ayer. El tiempo vuela a velocidad supersónica. Y lo grande y abrumador que me parecía todo esto los primeros años y lo pequeño e íntimo que me parece ahora... seguramente porque era una criaja cuando empecé a ir. El que recuerdo con más cariño fue el segundo, si mal no recuerdo, el que se celebró en el antiguo Palacio de los Deportes. Lo dedicaron a Star Wars y en cada rincón del pabellón podías encontrar un wookiee o una estatua de Yoda a tamaño real. Fue una auténtica pasada. Y fue la primera vez que pudimos tocar el parqué del Palacio, mi hermano casi se echó a llorar de la emoción. Aunque la edición que tuvo lugar en el Museo del Ferrocarril también fue muy guay, con las expos dentro de los trenes, incluida una de El Señor de los Anillos que recuerdo con mucho cariño. Aquello debió de ser allá por 2001...

Echo de menos aquellos tiempos en los que el Expocómic era casi como el Día de Reyes, cuando bajaba a comprar chuches mientras mi madre nos preparaba los bocatas a mi hermano y a mí para pasar todo el día pateando el Salón y viendo cosas que nunca podrías permitirte (¡qué impresión aquel traje de Stormtrooper de 200.000 pesetas!) y comprando otras tan chulas que ni siquiera sabías que existían (mi primera figura de Toy Biz de El Señor de los Anillos...).

... Pero ahora me traigo Totoros y Gatobuses a casa. Tampoco está nada mal.


PD.: Dos meses después, llega el otoño de verdad.

jueves, 31 de mayo de 2012

Tú te tragaste una estrella fugaz, hombre sin corazón

—Me encuentro muy mal, como si tuviera un gran peso en el pecho.
—Un corazón es una pesada carga.
El castillo ambulante (2004)