lunes, 23 de julio de 2012

Ríos de tinta y sidra

En mi cabeza no vive un unicornio, vive una recua.

Hale, pues ya se acabó la estancia avilesina. Y de la mejor manera posible: irte a dormir cuando el tito Martin (y esposa) se levanta y que te llame cierrabares. Así se acaba el Celsius 232.

Bueno, eso, que sigo viva. Más o menos. Ahora mismo estoy más cerca de ser un zombi que una persona humana. Esta semana en Avilés ha sido un desfase genial y bastante estresante a partes iguales, pero ha molado un huevo. Ahora toca darle a tecla y escribir el reportaje de siglo, o algo que se le parezca. Sólo me falta que vuelva mi salud. Mental. ¡Wiiiiiiii!

4 comentarios:

  1. Yo estoy deseando leerlo asi que... duerme poco y escribe más :P

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    1. Como duerma todavía menos voy a tener que comprarme las gafas de dormir de Homer xD

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