¿Es que todas las series del mundo mundial hacen parón la semana que viene? ¿Tenían que ponerse de acuerdo todos los canales para dejarnos sin nuestra ranción habitual de deshidratación? Jopé...
El otro día puse La princesa prometida en clase. Es un privilegio descubrir esta obra maestra cinematográfica a las nuevas generaciones, por mucho que los chicos sean reacios a creerse que es una una de las historias más maravillosas que podrán ver. Pero lo que no me esperaba era encontrarme con una pequeña réplica del nieto de Peter Falk en la peli.
Lástima que no nos diera tiempo a terminar de verla entera, porque a la altura del duelo de espadas (la mejor escena de lucha con espadas de la historia del cine) ya estaba completamente entregado.
Estos días que estoy conduciendo más, me estoy dando cuenta de que todas las pirulas que hago con la bici de camino al cole están empezando a pasarme factura. Después de cogerla a diario, he ganado mucha confianza con la bici, y hasta me pico con los coches y me vengo si me hacen putadillas (los Seat Ibiza se han confabulado en secreto contra mí, estoy segura). Pero con el coche... la lío parda. Las lío muy pardas...
Y ya por hablar un poco de todo... Ahora que le estoy dando caña al último Layton, estoy sacando la 3DS XL un poco más de casa. Esta consola tiene una peculiaridad muy curiosa: si te cruzas con otras personas que la llevan encendida, se registra su Mii en la tuya y puedes interactuar un poquito con él. No mucho, sólo te dan nombre y procedencia, un mensaje y un par de minijuegos. Hasta ahora me parecía una soberana chorrada, pero ahora que lo he experimentado, me ha parecido una forma muy bonita de interactuar con otros. Incluso romántica, porque nunca vas a saber quién es ese extraño desconocido que ahora habita en forma de monigote en la pantalla de tu videoconsola.
PD.: Una de Hierbas aromáticas y guiso de conejo, mi reseña de la presentación de Festín de hielo y fuego. Comed fuerte, amigos, se acerca el invierno.
Lo del besuqueo es todo un trauma para los niños de 8 años. |
Estos días que estoy conduciendo más, me estoy dando cuenta de que todas las pirulas que hago con la bici de camino al cole están empezando a pasarme factura. Después de cogerla a diario, he ganado mucha confianza con la bici, y hasta me pico con los coches y me vengo si me hacen putadillas (los Seat Ibiza se han confabulado en secreto contra mí, estoy segura). Pero con el coche... la lío parda. Las lío muy pardas...
Y ya por hablar un poco de todo... Ahora que le estoy dando caña al último Layton, estoy sacando la 3DS XL un poco más de casa. Esta consola tiene una peculiaridad muy curiosa: si te cruzas con otras personas que la llevan encendida, se registra su Mii en la tuya y puedes interactuar un poquito con él. No mucho, sólo te dan nombre y procedencia, un mensaje y un par de minijuegos. Hasta ahora me parecía una soberana chorrada, pero ahora que lo he experimentado, me ha parecido una forma muy bonita de interactuar con otros. Incluso romántica, porque nunca vas a saber quién es ese extraño desconocido que ahora habita en forma de monigote en la pantalla de tu videoconsola.
PD.: Una de Hierbas aromáticas y guiso de conejo, mi reseña de la presentación de Festín de hielo y fuego. Comed fuerte, amigos, se acerca el invierno.
PPD.: Ya tengo mi Wonderbook para la Play3... ♥
Ay, recuerdo cuando fuimos a ver la final de la Eurocopa y me indicaste que cogiese una rotonda al revés... Igual es que has jugado tanto al Layton que ahora conduces a lo british XD
ResponderEliminarJeje, muy bien, hay que educar a las pequeñas bestezuelas :P. Podrás ponerles la película otro día para que la terminen de ver, ¿no?
ResponderEliminarUn placer compartir banquete el otro día contigo ;). He vuelto a salivar por tu culpa, menos mal que ya es la hora de la comida XD.
Pero... Pero yo tengo un Seat Ibiza...
ResponderEliminarEntonces espero que no te cruces conmigo cuando vaya en la bici xD
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