miércoles, 19 de diciembre de 2012

You shall be the fellowship of the ring

Hace exactamente once años, el 19 de diciembre de 2001, hubo huelga en los institutos. Ese mismo día estrenarían una película que supondría un hito en el camino de muchos. Por un giro del destino, descubrí que todavía podía cabía una pequeña posibilidad de conseguir un par de entradas, así que me dirigí con mi hermano de buena mañana a hacer cola en el Kinepolis para conseguir una de ellas. A pesar de que la taquilla abría a las 11 y que habíamos llegado con bastante tiempo, había una cola considerable. De aquella cola recuerdo bien los nervios (¿conseguiremos una entrada? ¿Todavía quedarán cuando nos toque?) y la conversación sobre Tolkien que mantuve con nuestros dos compañeros de cola desconocidos. Tenía unos tiernos 17 añitos y, aunque sabían bastante del tema, les sorprendí bastante por las mil vueltas que les daba. Cuando la cola empezó a moverse y la gente empezó a comprar las entradas de cincuenta en cincuenta, hubo un sobrecogimiento general. Pero lo conseguimos. Conseguimos una de esas preciadas entradas tan bonitas con imágenes de películas que el Kinepolis daba por entonces y que todavía conservo como si fuera un trofeo.

Con aquel tesoro en el bolsillo (¿qué tengo en el bolsillo?), me dirigí al instituto mientras mi hermano ponía rumbo a su universidad. Intenté caminar por el pasillo de las clases sin llamar demasiado la atención, pero mi tutora me pilló y me reprendió sonriéndome, porque sabía exactamente a qué había dedicado el resto de la mañana. Aquel día sólo asistimos los compañeros que éramos carne de Selectividad pero, a pesar de eso, me había cubierto las espaldas: llevaba un flamante justificante firmado por mi señora madre indicando que había faltado unas horas por "motivos familiares". A mi tutora le hizo tanta gracia el motivo alegado (y que mi pobre madre lo firmara, supongo) que no me dijo nada más. Durante el recreo no podía soltar las entradas, babeándolas mientras mis compañeros se reían de mí. ¿Cómo una película podía ser tan importante? Nunca lo entenderían. Pocos podrían entenderme en ese momento.
Y por fin llegó la hora. Me vestí con mi adorada camiseta blanca de El Señor de los Anillos, aquella que tanto me había costado conseguir, con un dibujo original de Frodo y Gandalf, y mi hermano y yo pusimos rumbo al cine. Recuerdo bien entrar en la sala. Recuerdo cómo me emocioné al ver en la pantalla el título de la película. Recuerdo pasar gran parte de la película tan emocionada que no podía soltar el pañuelo. Y recuerdo compartir uno de los mejores momentos de mi vida con mi hermano en una enorme sala de cine repleta de frikis ansiosos que observaban embelesados cómo su imaginación cobraba forma de fotograma a todo color.

Hace exactamente once años estrenaron La Comunidad del Anillo. Y lo recuerdo como si fuera ayer. No, lo recuerdo mejor que si hubiera sido ayer. La neblina que empaña esos recuerdos es menos espesa que otros mucho más recientes. Fue un día especial. Realmente especial. Pues sí, es sólo una película. Ni siquiera la mejor película del mundo, pero es esa pelicula. No espero que los demás lo entiendan. No lo necesito. Hace once años. Y aquí seguimos, señor Frodo. Y aquí seguiremos.

Hice una promesa señor Frodo. Una promesa. "No le abandones, Samsagaz Gamyi". ¡Y no pienso hacerlo! No pienso hacerlo.
La Comunidad del Anillo (2001)

2 comentarios:

  1. Qué recuerdos tan bonitos ^^. Yo no fui el mismo día del estreno, pero sí pocos días después. Todavía recuerdo la sensación de salir del cine como flotando en una nube, de haber estado realmente en la Tierra Media... Y anoche me quedé viendo otra vez en la tele "La comunidad del anillo" como si no la tuviera desde hace siglos en la edición extendida en dvd XD. Ays, le debo tantas alegrías a las películas y a los libros :__).

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    1. Sí. Las películas serán lo que sean, pero estos sentimientos no nos los quita nadie. Me he pasado todo el día sonriéndome, pensando en el día que pasamos hace once años. Hasta mi hermano se ha acordado, qué día tan mágico fue aquel.

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