Entonces percibo que Kate me está sondeando, intentando captar mis emociones. Noto que profundiza aún más, y llega un punto en que me entran ganas de bloquearla. En ese instante caigo en la cuenta de que eso ya lo he hecho antes y recuerdo que Jillian me dijo que casi nadie es capaz de notar que Kate lee los pensamientos. Eso demuestra que yo sí puedo, y también que tengo poder para impedírselo. ¿Será esa la prueba de que he sido bendecido con un don?
La miro a los ojos y noto que continúa adentrándose. No aparta la vista, y el momento se hace muy intenso. Es una sensación increíble tener a Kate dentro de la mente y a la vez sostenerle la mirada. Es como si estuviéramos desnudos o algo parecido, con todos nuestros secretos al descubierto, listos para ser observados. Sin decir palabra, seguimos compartiendo nuestros sentimientos y la tensión aumenta.
Ella es la primera en hablar, y su voz suena ronca.
—Será mejor que me beses.
Asiento con la cabeza y trago saliva. La beso, y nos deslizamos entre las sábanas sin separar nuestras bocas. Olvidándonos de todo, de donde y cuando estamos, de lo que hemos venido a hacer. ¡Dios mío, Kate es maravillosa! Entonces, de alguna parte, me llega la convicción de que estamos hechos el uno para el otro.
—Jarrod— murmura.
—¿Hum?
—Tengo miedo.
Sus palabras me inmovilizan. Para empezar, no suele hablar así. Kate sabe mantener el control, incluso cuando está alterada o irritada. Nunca pierde la cabeza, pero comprendo que pueda estar preocupada. Se estará acordando de las palabras de despedida de Rhauk, y me gustaría hacer algo para que se sintiera mejor. La miro, y sus preciosos y cristalinos ojos me parecen asustados. Me recuerda a un potrillo recién nacido, todo piernas temblorosas e inseguridad. Tiene la piel más pálida que de costumbre, casi traslúcida a la luz del moribundo fuego. Suavemente, le acaricio los párpados y las mejillas con los labios, mientras se apodera de mí un fiero deseo de protegerla.
—Necesito que me abraces —me dice en voz baja—. Así. Toda la noche.
Sólo mis ojos pueden prometérselo, porque me he quedado sin palabras.
—Prométeme que no me abandonarás, que no me dejarás marchar, Jarrod. Prométemelo. Ni por un segundo.
Sus palabras me conmueven de una manera desconocida. Me inclino sobre ella y la beso otra vez.
—Te lo prometo —susurro con voz ahogada.
Nunca he hablado tan en serio.
El Círculo de Fuego (Old Magic), Marianne Curley
Este es uno de mis libros favoritos, y también uno de los que más veces
he leído. Entero, a trozos, acabarlo y volver a empezarlo... Me encanta
Kate, Jarrod me enamora. No es una lectura muy sesuda, pero sí muy
original. Y tan, pero tan, taaan... bonita... *sigh*
Este libro se lo regalé hace años a mi hermano, de esos que se escogen a dedillo. Y descubrí toda una pequeña joya. Ya le he dicho que me lo va a tener que acabar regalando pero, mientras tanto, hace un par de años me hice con una copia de segunda mano de la edición americana. Me encanta esta portada.
Este libro se lo regalé hace años a mi hermano, de esos que se escogen a dedillo. Y descubrí toda una pequeña joya. Ya le he dicho que me lo va a tener que acabar regalando pero, mientras tanto, hace un par de años me hice con una copia de segunda mano de la edición americana. Me encanta esta portada.
Mi reseña de El Círculo de Fuego en Fantasymundo.
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