lunes, 11 de marzo de 2013

El último habitante de Fukushima

La ciudad de Tomioka (Fukushima) pasó de tener 16.000 habitantes a uno solo en el transcurso de unos días. Naoto Matsumura es un agricultor arrocero descendiente de campesinos. El 11 de marzo de 2011 su vida, como la de muchos otros, cambió para siempre. La diferencia en su historia radica en su enorme corazón de oro.
La evacuación se llevó a los humanos, pero dejó a los animales. El ganado estabulado de las grandes granjas fue el que peor suerte corrió, ya que la mayoría murió de hambre.
Naoto Matsumura, de 52 años, se negó a obedecer las órdenes del gobierno (lo cual ya es algo fuera de lo común en la muy disciplinada cultura japonesa), y se quedó en su casa con su perro Aki, aún con el enorme riesgo de contraer cáncer debido a los elevados niveles de contaminación.
Al principio su intención fue la de quedarse en su casa, cuidando de sus animales y granja, pero sus vecinos le pidieron que cuidara de sus gatos durante la evacuación. Después fueron llegando otros animales perdidos y poco a poco Naoto fue haciéndose cargo de los numerosos perros, gatos, algunas vacas que se habían escapado, caballos y diversos animales (incluido un avestruz) que se habían visto forzados a quedarse en medio de la tierra contaminada por el desastre nuclear.
Naoto Matsumura permanece dentro de la zona de exclusión, sin electricidad, ni agua corriente y desafiando a la soledad y la amenaza constante de la exposición a niveles elevados de radiación, todo ello para alimentar a una colección de animales.
Perro dentro de la zona nuclear de Fukushima el 28 de febrero de 2012. Foto de Naoto Matsumura.
Naoto Matsumura tiene un canal personal en Youtube donde publica algunos vídeos que ha realizado el mismo sobre su vida y cómo cuida de los animales, o de los desastres causados por el terremoto en su pueblo, ya que no se puede olvidar que horas antes del desastre nuclear Fukushima fue también golpeada por el terremoto y devastador maremoto.

Fuente: EnVerde

Matsumura pidió ayuda al gobierno, pero le respondieron que todo lo que podían hacer era sacrificar a los animales. Ha estado sobreviviendo de comida enlatada cocinada en una estufa de gas que le dieron los voluntarios, ya que no tiene energía eléctrica. Emplea la mayor parte de sus días cuidando de los animales abandonados, mascotas y animales de granja que las víctimas evacuadas dejaron atrás. Ellos son su única compañía. 


Matsumura cree que la razón por la que el gobierno construyó la central nuclear en Fukushima fue porque no se creía que fuera lo suficientemente segura como para tenerla cerca de Tokio. Describe su misión como una recuperación de la zona, que fue completamente destruida por el tsunami, el terremoto, y la radiación. "Nunca voy a dejar mi ciudad natal, a pesar de la radiación. Espero ver a TEPCO (Tokyo Electric Power Company, que opera la planta nuclear) hundida".

 
Me llamo Naoto Matsumura y vivo en el pueblo de Tomioka. Tengo 52 años. Aunque Tomioka es una localidad pequeña, tenía unos 16.000 habitantes. Sin embargo, ahora todos se han ido: soy el único habitante que queda en el pueblo.

Oí una gran explosión, era obvio que había explotado. Aquella noche nos llegó un aviso de la central y algunos evacuaron el pueblo justo después, pero no fue hasta unos días después que todos se marcharon. Fue terrible. Escuché que 10.000 refugiados van a Fukishima y a los otros 6.000 se los llevaron a otras prefecturas. Algunos están viviendo en casas temporales.

Había varias razones para que me quedara, pero la más importante de todas ellas era mi granja de animales. Tenía que cuidar de ellos. Poco después empecé a alimentar también a los perros y a los gatos. Una vez que empecé ya no podía abandonarlos, así que terminé quedándome. Al principio me sentía solo por la noche, pero me acostumbré una semana después. No me preocupa mi salud. No problem. Simplemente porque todos los animales lo están haciendo bien. Las vacas no se han puesto enfermas todavía, y tampoco los gatos y los perros. Incluso si enfermo, será dentro de treinta años. De todas formas, la gente enferma cuando se hacen mayores.

El gobierno no ha hecho absolutamente nada todavía. Me gustaría que empezaran a descontaminar antes de nada y que tomen medidas para restaurar el pueblo lo antes posible.

Otro ejemplo más del cáncer que los humanos somos para este mundo... y la cura que uno entre un millón representa. Uno de esos corazones tan grandes que no caben en el pecho.

Hoy hace dos años de la catástrofe de Fukushima. El mundo no olvida. No olvidéis nunca.

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