lunes, 6 de mayo de 2013

Goonies never say die

Antes to' esto era campo (atención a la ramita de centeno en la boca, imprescindible para pronunciar bien la frase). En los albores de la tempestad vuelvo a vosotros con otra hornada recientita de fotos muñecinas. Pero me guardo lo mejor para mañana: el making-of del Gokubús. ¿Por donde empiezo? Pues por el principio, no hagamos un Tarantino.

Lo primero que noté al llegar es lo que ha cambiado el pueblo en un mes escaso. Los campos están mucho más verdes, los árboles empiezan a dar colorido al paisaje y las flores dan rienda suela a su invasión silenciosa. La cosa es que como vinieron esos días de calor tan pronto y luego ha vuelto el frío, muchas se helarán y la cosecha se va a resentir. Pero bueno, ya nos preocuparemos por eso más adelante, ahora... ¡flores a cascoporro!









¿Y qué hay donde hay flores a cascoporro? ¿Una chica con incontinencia fotográfica? Pues sí, pero no me refiero a eso, sino a abejas a cascoporro. Y algunas gigantes, enormes, mutantes. A esas no las hice fotos porque me daba pavor acercarme, había algunos abejorros casi tan grandes como mi pulgar. Lo cierto es que no te hacían caso, las abejas estaban dándole a la polinización, pero cada vez que nos honraba con su visita el caballero andante del panal, caballo incluido, daban ganas de salir por patas. Y aunque no hay fotos, atentos al sonido que se percibe en este vídeo (dadle caña a esos altavoces):


Da yuyu, ¿eh? Pero más yuyu da que me pongan la taladradora en las manos y que me pidan que me ponga a hacer agujeros como si no hubiera un mañana. No recordaba lo mucho que me gustaba. Y la de estrés que desfoga.

La taladradora, esa bestia mítica salvaje que alguna vez se dejaba vislumbrar tímidamente en el taller de tecnología del instituto.
Estos son los restos, la obra terminada la enseñaré en otra ocasión.
Y mientras unos curraban, otros... curraban más.

La alegría de revolcarse en el suelo al sol.
Mientras yo terminaba el Gatobús en el jardín (no, para eso no utilicé la taladradora), Goku reposaba al sol.
El descanso del guerrero.
Los perritos de la lechería de al lado nos honraron con presencia todo el fin de semana, para mosqueo de Goku.

El Señor de las Cumbres, marcando territorio.
Cuando le fui a hacer la foto tenía las dos orejas del revés, pero no me dio tiempo a sacarle las vergüenzas.
Ahora quiero que os fijéis atentamente en el hermano lanudo de este perrete de aquí arriba.


Parece un perrito normal, alegre, siendo simpático para conseguir comida, tranquilito... Sí, ya, claro (bajad un poco el volumen de los altavoces si lo subísteis antes, por el bien de vuestra audición):


¡Está espídico total! Esa cola debe de adquirir la velocidad del sonido, como mínimo. Que den de comer a este perro, por favor...

Y por la noche... No sabía que Mordor estaba en pleno Valle Amblés:

Yo llevaré el Anillo a Mordor... y de camino me comeré un chuletón de Ávila.
Mientras tanto, en una galaxia muy, muy cercana...

Si no hay cristal se mete dentro.
Esto y Los Goonies. Planazo nocturno.

Oh, mojitos muñecinos, cómo os echaba de menos ♥
Al día siguiente por la mañana estaba dando una vuelta por el pueblo cuando vi a un vecino tumbado en el suelo y a otro arrodillado a su lado. Me asusté pensando que le había dado un telele, pero justo vi a mi tía tan tranquila. Todo el que pasaba se llevaba el susto, pero resulta que estaban arreglando no sé qué del suelo y el que estaba tumbado tenía la mano metida en un boquete. Si llegan a hacer la broma a propósito, no les sale también. Al volver a casa estuve jugando un poco con Linda, que se está poniendo ceporrona++.

Esta foto da pie a muchos montajes. Por ejemplo...
Sí, el Paint se me da de pena, pero las risas las saca igual.
Ahora os dejo un adelanto en exclusiva de la entrada de mañana del making-of del Gokubús. Enjoy yourself!

ME LO COMO ♥

No he me he podido resistir...
Al Huargoveja es más fácil ponerle el disfraz.
Muero de amor, de verdad de la buena ♥
Por detrás también es AMOR ♥
Gato hasta los huevos de que le toquen los mismos. Descripción gráfica.
Le tendría que remitir estas fotos al señor Miyazaki.
Me encanta la carita de Goku aquí, es clavado al Duende Karin, de Dragon Ball.
Clava'o.

De siesteo entre los tomates y la hierbabuena.
Despúes de realizar la fechoría guardé el Mapa del Merodeador y marché a liarla parda a otro sitio. Así que... ¡más fotos de flores!





Y sí, volví a Las Chorreras, me encantó mucho este sitio ♥


Hace un mes, cuando pasé por aquí, me gustó este campo y eché una foto. Apenas eran unos brotes, comparad...
Al volver, vi un chotillo recién nacido. Había nacido esa misma mañana (atención al cordón umbilical todavía colgando).

Y la golondrina. La puñetera golondrina. Se pasó todos los días volando del cable al farolillo de casa, cantando la misma canción una y otra vez (competencia directa del Puñetero Gallo Loco Vol. 3). Estaba tramando algo maligno, lo sé. Cuando volvamos esta ha okupado nuestra casa. Y si no, al tiempo.



PD.: Reflexión dominguera-lunera: Nicholas Hoult está guapísimo hasta de zombi.

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