lunes, 25 de agosto de 2014

Pain loses its power when other things become more important

Elantris fue hermosa, en otro tiempo. La llamaban la ciudad de los dioses: un lugar de poder, esplendor y magia. Los visitantes dicen que las piedras mismas brillaban con una luz interior, y que la ciudad contenía maravillosos portentos arcanos. De noche, Elantris resplandecía como un gran fuego plateado, visible incluso desde una gran distancia.
Sin embargo, por magnífica que fuera Elantris, sus habitantes lo eran todavía más. Con el pelo de un blanco esplendoroso, la piel casi de un plateado metálico, los elantrinos parecían refulgir como la ciudad misma. Según las leyendas eran inmortales, o casi. Sus cuerpos sanaban rápidamente y estaban dotados de gran fuerza, sabiduría y velocidad. Podían hacer magia apenas agitando la mano; los hombres visitaban Elantris desde todo Opelon para ser objeto de curación, recibir alimento o conocimientos elantrinos. Los elantrinos eran divinidades.
Y cualquiera podía convertirse en una divinidad elantrina.
La Shaod, se llamaba. La Transformación. Golpeaba al azar, normalmente de noche, durante las misteriosas horas en que la vida se detenía para descansar. La Shaod podía tomar a un mendigo, un artesano, un noble o un guerrero. Cuando llegaba, la vida de la persona afortunada terminaba y recomenzaba; descartada su antigua existencia mundana, se marchaba a Elantris. A Elantris, donde podía vivir bendita, gobernar con sabiduría y ser adorada por toda la eternidad.
La eternidad terminó hace diez años. 

Elantris, Brandon Sanderson

3 comentarios:

  1. Elantris *_*

    Por Asshai dicen que es la más floja de Sanderson, pero a mi me gusta mucho ^_^

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    1. Pues si es la más floja, cómo serán el resto, porque me ha encantado =)

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    2. Yo Elantris la sitúo por delante de la trilogía de Nacidos de la Bruma, que tiene cosas muy guays, pero otras no tanto :P

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