sábado, 15 de noviembre de 2014

Se me va a hacer largo este siglo XVII

Hijo.
Si estás leyendo esta carta es que ya he muerto. Y si me he decidido a escribirla, Alonso, es porque tengo miedo a marchar sin que sepas lo que tanto tiempo callé.
Siento no haber estado contigo cada segundo de tu vida, cada aliento, cada noche que no pude velar tu sueño. Siento no haber sido el padre que deseabas. Pero ahora ya estoy muerto, hijo, quiero marchar en paz, por eso no quiero más mentiras, no quiero ocultarte más secretos. El héroe que admiraste era el cobarde de tu padre. Yo fui el Águila Roja.
Aprende a vivir sin mí ahora que he muerto, hijo. Dentro de tu corazón hay un gran héroe, nunca jamás lo olvides.
Tu padre,
Gonzalo de Montalvo
Águila Roja
Águila Roja 4x06

Que digo yo... ¿cuándo se fue de madre esta serie? Es difícil marcar un punto de inflexión, porque Águila Roja nunca ha sido lo que se dice una serie de esas que te dejan el culo prieto pero, jopé, antes, con toda su cutrez simpática y su sello ibérico, molaba. Molaba mucho. Y de vez en cuando se marcaban escenas como esta de la carta que hasta te sacaban la lagrimita. ¿Pero ahora? Ahora la casquería debe de estar de oferta. Y la de morcillas ricas que tienen que hacer con los cientos de litros de sangre que derraman los personajes en todos los capítulos.

Y es que al final todos los capítulos son el mismo: Alonso la lía parda, el Águila Roja se carga a los esbirros del Comisario y del Rey como si fueran mosquitos, la Marquesa planea una maldad, a Margarita la secuestran, a Cipri le dan de hostias, Sátur se la lía parda a alguien, el Comisario hace de pagafantas a la Marquesa, Nuño se compra un par de boletos para el sorteo de sopapos, la Marquesa hace una maldad, Cipri es un triste, Gonzalo y Margarita se van a enrollar pero no, Catalina le pierde algo a la Marquesa, Margarita ronea con algún maromo y al final el Águila Roja se desdobla en quince y les acaba salvando el culo a todos. Este es el guión base sobre el que trabajan en la serie, con la incorporación de más torturas, casquería y guarrerías esta temporada.

Y el acólito buenorro del Comisario (que ahora me entero de que se llama Pedro) siempre, siempre, siempre sobrevive. En serio, ¿por qué la gente sigue enrolándose en los hombres del Comisario o los del Rey? ¿Tan suicidas son en la Villa? ¿Por qué los guionistas odian tanto a Cipri y, lo que es más importante, por qué no le matan ya para alivio de todos? ¿Por qué nadie le da a Alonso las dos hostias que se merece desde el capítulo 1? ¿Por qué a Margarita no se le ha ido ya la olla con todas las situaciones de crisis a las que ha estado sometida? ¿Cuándo le van a contar al Comisario que se está acostando con su hermana? ¿¿Y por qué nadie sospecha que Gonzalo es el Águila Roja?? ¿En serio que esa voz de Bruce Wayne es capaz de engañar a su propio hijo? ¿Y por qué Sátur, en lugar de taparse la cara cuando va con él, se pone una capucha?

Menos mal que Sátur se les mea a todos encima y hace la serie él solito, porque vaya panda de retardeds a la castellana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario