viernes, 30 de octubre de 2015

Living like we're renegades

“Tenemos lo que nos merecemos”. Es un viejo dicho. Uno que ha sobrevivido a los años porque es cierto. En su mayor parte. Pero no para todos. Algunos tienen más de lo que merecen, porque creen que no son como los demás, que las normas, aquellas que se aplican a gente como ustedes o como yo, que trabajamos y nos dejamos los cuernos para vivir nuestra vida, solo para vivir, no van con ellos. Que pueden hacer cualquier cosa y vivir felices y comer perdices, mientras los demás sufrimos. Lo hacen desde las sombras. Sombras que proyectamos nosotros con nuestra indiferencia. Con nuestra falta de interés generalizada por cualquier cosa que no nos afecte directamente, a nosotros, aquí y ahora. O quizá solo sea la sombra del cansancio de lo hartos que estamos de intentar volver a una clase media que ya no existe por culpa de aquellos que tienen más de lo que merecen y siguen acumulando, hasta que lo único que nos queda a los demás es el recuerdo de cómo era todo antes de que las empresas y los resultados finales decidieran que ya no importamos. Pero sí importamos. Ustedes y yo. La gente de esta ciudad seguimos importando. 
Daredevil (2014) 

Cuando estaba estudiando la carrera tenía la costumbre de decir que Matt Murdock era el abogado ideal al que aspiraba: el crimen que no pudiera combatir en los juzgados, lo combatiría en las calles. Después de ver la serie de Netflix me gustaría todavía más. Si no la habéis visto, a continuación os doy unas cuantas razones:
Oh, sí.
¿Esperabais otra cosa? Vamos, que soy yo. Venga, va, ahora en serio, otra buena razón:
Ese cuerpo debería ser Patrimonio Histórico de... de Almu.
¿Sigue sin convenceros? Quizá la voz de Charlie Cox os anime. ESA VOZ bajabragas, por decirlo de manera fina.


¿Todavía no? Un poquito sí, ¿eh? Pero ahora viene la razón por la que me enamoré de la serie. Esta escena, tremendamente original y jodidamente realista, con una coreografía de combate que es la hostia en bote.


Y, por si fuera poco, voy a tener chistacos de abogados para los restos.
Avocada solteraaa, lucha por su clieeente... y además le hace guacamole.
De lo mejorcito que he visto últimamente. Cruda, oscura, provocativa y realista. Con una historia de esas que engancha y no te suelta, cargadita de guiños Marvel de esos que tanto nos flipan a los frikis. Y mola mucho y ya está leches. ¿Verdad que sí, Charlie?

Se abre la veda de babeo.

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