I still mess up but I'll just start again

We may be evolved, but deep down we are still animals.

Zootropia (2016)

Una peli de Disney y encima de animales. Este punto de partida ya es un win-win. Pero cuando incluyes un trasfondo político y social, en el que se mezclan temas como la xenofobia, el racismo, el sexismo, el bullying, los prejuicios y la discriminación de cualquier tipo sale una película tan redonda como Zootrópolis. Bueno, casi, casi redonda, más bien esférica, porque cada escena en la que sale el personaje de Shakira es tan prescindible como puking rainbows... casualmente lo único de la película que busca la vena sensiblona fácil.

Es tan y tan adorable... que se masca la tragedia.

Por si todo eso fuera poco, la ambientación y la sociedad en la que habitan estos animales evolucionados es tan profunda, rica y maravillosa que garantiza sorpresas y referencias ocultas un visionado tras otro. La propia intrahistoria de Disney tiene un peso importante (ESE personaje cantando Let it go es impagable), pero lo importante es esa sociedad cargada de detalles de la que te cuentan lo justo con unas meras pinceladas para que imagines el resto. Y todo elaborado con tanto mimo que a ratos me ha recordado al magistral cómic Blacksad, de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido.

El mejor retrato de los funcionarios burocráticos EVER

Es una película de Disney, pero con un trasfondo tan oscuro, sólido, maduro, crítico y chungo y tan bien llevado que a ratos lo olvidas. Hasta que aparece Shakira con sus puking rainbows o, peor aún, una con una canción. Menos mal que la música de Michael Giacchino hace acto de aparición para salvarnos el día.

Curiosamente, aquí el caso que sirve como vehículo de la película no es lo importante, sino el trasfondo, que lo dice todo sin decir nada y te somete a un examen de conciencia que remueve desde lo más profundo. 

Nick —Robin Hood— Wilde y Judy Hopps lo han conseguido: gracias por hacer del mundo un lugar un poquito mejor.