Hale, pasado (más o menos) el Celsius, toca el turno de la espicha. Esta vez no sólo vinieron el tito Martin y esposa, sino que vinieron un montón de escritores más. Fue una noche muy, muy guay. A pesar de que me confundieran con Sansa Stark, Jeyne Poole, Arya Stark, Catelyn Tuly (este fue especialmente sangrante) y hasta con Margaery Tyrell. ¡Llevaba rosas azules, frikis de palo! ¡Ro-sa a-zul! Si estaba muy claro que iba de Lyanna Stark, jou...
Todos los difraces cancioneros juntos =)
Lo que más ilusión me hizo fue que Parris, la señora esposa del tito, se acordara de mí de 2008. Y no sólo se acordaba de mí, también se acordaba del Huargoveja, el "little sheep" (incluso se despidió de él desde el taxi cuando se marchaba al grito de: "My little sheep!". Aunque, claro, a ella le regalé una chapa de las del Huargoveja en la que ponía "Se acerca el inbeeeeerno", como para no acordarse. Já.
Todavía estoy flotando en las nubes por las cosas de las que estuvimos hablando. Me contó que era genial volver a encontrarse conmigo y, durante un momento, me pareció casi tan emocionada como yo. Qué señora más majérrima, si es que es un amor... >_< Después de estar hablando un rato con ellos, me tocó hacer de guardaespaldas, aunque me rilé en cuanto pude, que mira que impongo poco, pero con semejantes fachas, todavía menos.
Y aún menos después de haberme hecho un book de fotos con ellos. Incluso él mismo sacó su móvil y nos estuvo haciendo fotos con él, fue un subidón, subidón.
Y luego el tito se nos acercó a Aroa y a mí y nos llamó "ladies" y nos regaló una monedita a cada una de Poniente (a mí norteña, como tenía que ser). Durante un momento pensé que Aroa explotaba de puro éxtasis, qué mona ^^ Me recordaba a nosotros en 2008, que nos pasamos toda la Semana Negra flipados con el tito. Esta vez también moló mucho, pero no fue como la otra vez. No había esa tranquilidad pre-serie y a él se le veía más agobiado y cansado, lo que es normal, claro. Una lástima, eché de menos esos momentos "venid, acercaros y contadme algo, que estoy aquí solo con Parris" o "Oh, ¡ha perdido su magia!" o "Apa, apa, apa". Aunque da penilla, al menos en la cena de Madrid sí que pudimos gozar de algunos de esos ratitos robados.
Este chaval causó sensación, hasta el propio Martin flipó con él. Se me quedó grabado cuando le cantaron a este chaval aquello de "Vamos, Martin, sal a bailar, que tú lo haces fenomenal" ♫ La verdad es que fenomenal lo hacía, pero fue muy duro xD
Este pobre chaval fue el que me confundió con Sansa. Remarco, "pobre" xD
Esta vez hubo menos miembros de la Guardia de la Noche. Parris y Jo me estuvieron contando que les encantó mi traje de Jon Nieve porque fue la primera chica que vieron que se atrevió a disfrazarse de "hombre" de la Guardia de la Noche, y me felicitaron efusivamente por ello ^^
Aroa y Wendi nos cogieron el testigo a Marina y a mí como Ygritte y Jon Nieve.
Aroa llevaba un disfraz dos en uno... o tres en uno, aunque primero debería explicarme qué simboliza el abanico de faralaes xD Ese abanico se lo acabó regalando a Jo (que hizo un buen uso de él, doy fe), y luego nos compramos dos iguales en Oviedo de recuerdo. ¡Y olé!
Fase de exaltación de la amistad, nivel 1. He aquí las ganadoras del concurso de disfraces, para alegría de... de nuestras pobres madres xD
Creo que si llegamos a sonreír un poco más implosiona la foto, o algo.
Esta fue una petición del Setón, que me dijo hace meses que, si me disfrazaba de Lyanna Stark, tenía que llevar espada. Y como Garra no me cabía en la maleta...
No salimos todos en las fotos, pero esta vez la comitiva asshai'i se vio bastante diezmada en número. Lástima, con lo que moló la juerga épica que nos corrimos en 2008... Qué mal suena esa expresión, pardiez. ¡Hay que volver al Nové-Nové!
¿Qué tiene el Huargoveja que todo el mundo se lo quiere poner en la cabeza? Aparte de mierda por un tubo, quiero decir... En la cena le conté al tito que la última vez que vino estuve un año sin lavarlo, hasta que un día mi señora madre lo vio al entrar a mi habitación, gritó un "¡¿Pero qué es esto?!", lo cogió con pinzas y lo echó a lavadora a traición. Menos mal que le hizo mucha gracia. Las cosas que me hace confesar el pacharán.
¡Mira, mamá! ¡Sin manos! Creía que a mi madre le iba a dar un chungo cuando me viera escanciando con el vestido puesto, pero no pareció importarle mucho. Claro, que ella no vio los treinta centímetros de bajo que llevaba llenitos de sidra, que me fui llevando todo lo que caía al suelo. Luego olía de rico...
Cosas que sólo pasan en una convención friki. Ver a un tío disfrazado de bufón (Caramanchada, para más datos) embolingarse hasta gatear. Levantarse y llenarse una jarra de agua de sidra recién escanciadita por él mismo. Pero esto estuvo lejos de ser lo mejor de la noche. Muy lejos. Resulta que, cuando este buen señor se percató de que tal vez sería buena idea ir a dormirla al hotel, le indicaron como llegar, pero debía de ir haciendo eses y unos tíos se le acercaron sospechosamente. Una persona normal iría en su ayuda intentando ahuyentar a los asaltantes. Una persona normal. ¿Qué hace un friki disfrazado de caballero templario? Acercarse a ellos espada en mano y gritar: "¡Dejadle en paz, malhechores!". Muy, muy, muy grande. Sólo en una convención friki.
Y así, sin más, se acabó el Festival Celsius 232. Bueno, así no. Aroa y yo fuimos a desayunar directamente antes de acostarnos y, según salíamos del salón de desayunos del hotel, nos encontramos con Martin y Parris recién levantaditos. Nos dimos los buenos días, aunque les expliqué que para nosotras eran buenas noches y que nos íbamos a dormir. El tito flipó puso los ojos como platos y nos preguntó si habíamos estado toda la noche de juerga. Al decirle que sí nos gritó: "You people are so fucking young!". Y así se terminó el Celsius 232, con George R. R. Martin llamándome cierrabares.
(Continuará... o no)
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