La saga de nuestras vidas (y 3)

Después del Celsius y la espicha, mi periplo con Martin este año finalizó en Madrid. Precisamente en un restaurante asturiano en el que quedamos los asshai'i madrileños un año después de la Semana Negra de 2008 para combatir la morriña y celebrar lo que sería la I Psedumana Negra en Magerit (© Willy). Fue como cerrar un círculo. Y fue una noche mágica. Y aunque ya conté algo de este particular encuentro, voy a escribir un poquillo más. Porque, total, ¿quién quiere dormir?

Mientras Aroa y yo agonizábamos el domingo en Oviedo (y yo me quedaba medio frita viendo una copia defectuosa de la última peli de Batman que tenía multitud de fundidos en negro), el tito Jorgito y compañía aterrizaban en Madrid para dar otra conferencia de esas suyas tan apasionantes que nos brindó en el Celsius (estaba cansado de cajones). Lo peor de todo es que la presentó el payaso de Toni Garrido, personaje al que tengo mucho cariño desde mi visita a Radio Nacional, y que es un attention whore de cuidado. Aroa y yo seguimos la charla por streaming mientras hacíamos apuestas sobre las respuestas enlatadas que iba a dar el tito, porque le estaban haciendo las miiismas preguntas de siempre. Por si todo el Celsius escuchando lo mismo había sido poco. Lo mejor fue el señor que mandó un tweet al que no le dejaban preguntar nada y probó a escribir su pregunta por ahí, firmada como "el tío calvo de la última fila". Y el daño a los Greyjoy que repartió Martin (eso sí que no me lo esperaba), aunque el traductor se dejara por el camino a Victarion, que también recibió lo suyo (muerte y destrucción). Oh, y la chica que mandó callar a Toni Garrido también fue muy grande, pero reconozco que eso fue por filias y fobias. En fin, que me pongo a desbarrar y me pierdo. Pues eso, el domingo la charla y, un par de días después, volví del norte a regañadientes para cenar con él. Pero todos y cada uno de los dientes que desgasté merecieron la pena.

¡Chapa Martell! Jo, ya no hacemos quedadas como estas. Tiene que venir el tito para que mováis el culo, tíos perros. Bueno, o el Setón, que en la quedada de aniversario también la liamos parda.

Lo dicho, el Huargoveja tiene un no-sé-qué-que-sé-muy-bien que hace que TODO el mundo se le quiera poner en la cabeza. Y es que el tío sale tan bien en todas las fotos que es imposible salir mal en una foto que te hagas con el jodío bicho. Qué GRANDE es el tito, fue él mismo el que me pidió prestado el peluchín ^^

Y yo toda japi de la vida, porque aproveché para darle mi pequeño regalín.

Y he aquí su reacción, esa cara de O lo dice todo xD

Me encantó hacerle reír a carcajada limpia con la chorradita esta =)

Él me besó la mano, pero las cosas hay que hacerlas como es debido. Aunque parece que me le vaya a comer, pobre...

Qué maja es esta chica =) Nos llamó "pretty girls" y la iniciamos en el maravilloso mundo del pacharán, al que ella rebautizó como "sangre de virgen". Muy, muy grande.

Martin approves this xD Este es parte del regalo que le hicimos desde Asshai, le gustó un porrón y medio.

Creía que no viviría para ver esto... ¡Miru pidiéndonos que cantáramos la canción de 'El oso y la doncella'! Aunque era más bien el tito el que se pirraba por escucharla.

Tanto que hasta nos grabó los gorgoritos con su propio teléfono.

Jo nos cantó en dothraki, me gusta mucho cómo suena el idioma con música.

La doncella, el escritor y el oso.

No sé por qué me costó tanto hacerme entender, le tuve que preguntar tres veces al tito si se quería hacer una foto con el oso y la doncella. No dejaba de repetirme: "¿Que si quiero hacer guuuuat?" xD Y eso que el alcohol me suelta muchísimo la lengua y me pongo a hablar en un inglés mejor que el de los ángeles. ¿No lo habíais comprobado nunca? Para el examen oral del CPE ya sé lo que tengo que hacer...

Me encanta esta foto, cuantísima felicidad concentrada en una sola imagen. Con todo lo que nos ha dado el tito, hacerle sonreír le llena a uno el corazón.

Aquí Jo se fue abajo un rato y me pidió que mientras cuidara al tito. Y como el pacharán ya llevaba un rato corriendo, le contamos de esto y de aquello. Como el periódico que en 2008 había rebautizado la saga como Corazón de Hielo y Fuego. O la historia de cuando el Huargoveja estuvo un año sin tocar el jabón desde la última vez que habían estado los Martin en España. Y luego el tito sacó su móvil y nos empezó a hacer fotos con él ^__^ Creo sinceramente que se lo pasó muy bien con nosotros, la tensión que se le notaba en Avilés había desaparecido casi por completo, fue casi como en la Semana Negra de 2008. Qué guay...

Y nos contó pequeñas curiosidades del libro. Una de las que más me gustó fue el brindis que realizan los que apoyan a los Targaryen, que brindan encima de un recipiente con agua por el "rey más allá del mar". Mira que leemos y releemos atentamente, pero esta saga está llena de ínfimos detalles. Se lo pasó tan pipa con nosotros que nos invitó a una copa. Creíamos que era coña, pero sí, sí, nos invitó. Para alucine del personal.

Al final conseguí que no sólo Jo cayera en los encantos del pacharán, sino que también piqué al tito xD

Estuvo haciendo reparto de monedas y a mí me cayó la tercera. Por petición personal (porque la gente me compara con Arya), me dio la de Braavos, así que con subirme al barco adecuado y decir las palabras mágicas ya puedo irme hasta la ciudad de los esclavos y formar parte de los Hombres Sin Rostro. Temedme. Oh, sí, temedme.

Hacer que George R. R. Martin sonría así es... buaaah =)

¿Y qué hace una cuando la invitan a tomar algo al Ritz? Pues una no sé, pero Marina y Almu, fotos canis en el baño. Si no la lío, no soy yo...

Después de que flipáramos mucho porque nos dejaran pasar al Ritz y nos tuviéramos que ir porque estaban cerrando el bar (vaya hotel de lujo de bla de blu de ble), encontramos una terracita in extremis. Jo quiso enganchar al Huargoveja a los cigarrillos de colores, debió de ser una venganza por la "sangre de virgen".

Y luego se nos puso a bailar la Danza del Dedo. Muy fan de esta mujer.

Sí, el tito también hace las mismas coñas que hacemos nosotros xD Me encantó cuando cogió el Huargoveja y se puso a juguetear con él. Qué de tontadas le contaríamos. Me preguntó qué deporte hacía y, cuando le contesté que kárate, pareció impresionado. Si es que no doy el tipo, lo sé xD

Y he aquí la copa a la que nos invitó el tito. Cuando fuimos a pagar y nos dijeron que ya estaba todo pagado nos morimos de amor por él otro poquito. ¡Encima el jodío no dijo nada! Ays, jo ♥ Cuando se fue me dio un abrazo y dos besos, y eso me emocionó todavía más que cualquier otra cosa de la noche, porque es algo que rara vez suele hacer. Y así, sin más, marchó hacia tierras catalanas antes de volver a casa.

Y hasta aquí mi particular reseña martiniana de estos días. Fue un poco rollo no poder disfrutar de la compañía del tito tanto como en 2008, pero era comprensible. Además, ya no estábamos en esa fase tan impresionable, y siempre nos quedará aquella increíble Semana Negra en el recuerdo.

Esta vez fue muy diferente, y lo disfrutamos a diferentes niveles. El tito ha vuelto a su casa cargado de regalos, pero también nos ha dejado unos cuantos a nosotros. Sus libros nos han unido, nos han separado y nos han vuelto a reunir. Como a casi todos los que estamos tan metidos en Canción de Hielo y Fuego, esta saga nos ha cambiado la vida. Estamos creciendo con ella. Estamos viviendo con ella. Es la saga de nuestras vidas.

Firmado: la reportera más dicharachera de Barrio Sésamo.