La clave para sobrevivir siendo internos es la negación. Negamos que estamos cansados, negamos que estamos asustados, negamos cuánto nos importa ganar. Y, lo más importante, negamos que estamos en etapa de negación. Sólo vemos lo que queremos ver y creemos en lo que queremos creer. Y funciona. Nos mentimos a nosotros mismos hasta tal punto que, al cabo del tiempo, nos empezamos a creer nuestra propia mentira. Negamos hasta tal punto que no reconocemos la verdad que está frente a nuestras narices.
A veces la realidad tiene a bien asomarse y morderte el culo. Y cuando la presa revienta, sólo te queda nadar. El mundo de la mentira es una jaula, no una burbuja donde aislarnos. Sólo nos podremos engañar a nosotros mismos hasta un punto. Estamos cansados, tenemos miedo, negárnoslo no cambia la realidad. Antes o después tendremos que dejar a un lado nuestra negación y enfrentarnos al mundo real. Tirar para delante. La negación no es sólo un río egipcio, es todo un océano, así que, ¿cómo consigues no ahogarte en él?
Anatomía de Grey
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