sábado, 23 de febrero de 2013

Más humano que los humanos

Terfel tenía 8 años cuando se le diagnosticaron cataratas. Un futuro poco prometedor se presentaba ante este perro que, aferrado a un destino del que no podía huir, se refugió en el calor de su cama para esperar abnegadamente la muerte. Pero un rayo de luz emergió en el horizonte de su vida cuando Pwditat, un gato callejero, entró en escena. La dueña, Judy Godfrey-Brown, una funcionaria retirada de 80 años no podría haber dado cobijo a mejor compañero en su hogar de Gales del Norte.

El felino no sólo le convenció para salir de la cama, sino que además se convirtió en sus ojos a través de los paseos por la casa y el jardín, usando sus patitas para guiarle por el camino correcto. Se acabaron haciendo tan amigos que ahora incluso duermen juntos.

Cuando Godfrey-Brown ya no pudo seguir cuidando de los animales, los dejó a cargo de su amiga Anne Crage, que aparece en el vídeo.


Una vez más, los animales ganan a las personas en humanidad. Y van unas cuantas.

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