miércoles, 24 de abril de 2013

Leo fantasía. ¿Y qué?

¿Qué demonios importa si uno es culto, está al día o ha leído todos los libros? Lo que importa es cómo se anda, cómo se ve, cómo se actúa, después de leer. Si la calle y las nubes y la existencia de los otros tienen algo que decirnos. Si leer nos hace, físicamente, más reales.

Los demasiados libros, Gabriel Zaid
Me parece que por un día ya le he dado demasiadas vueltas al tema, así que voy a dejar las palabras de otro y me voy a ir a leer. Fantasía, por supuesto. A más ver.
Y aquí es donde uno [...] no puede dejar de pensar en cómo muchos de nosotros, lectores de género (unos más que otros, claro), defendemos la lectura de novelas de fantasía con el argumento de que muestran comportamientos que no tendrían cabida en un mundo de ficción y que, no obstante, se dan continuamente en nuestra rutina diaria. Ciertas emociones sólo pueden quedar representadas artísticamente en mundos objetivamente ajenos al nuestro, ya que en nuestra vida, sentimientos extremos (como los que podemos sentir en un sueño) escasean. Incluso los hay tan desgraciados que ni los experimentan en toda su vida. Así, esgrimimos la espada del realismo como uno de los argumentos para leer fantasía.

La Torre del Arte

3 comentarios:

  1. Pues sí, la fantasía es necesaria, pobre del que no la tenga ni la sepa apreciar :). Por cierto, esa foto me suena de algo :P.

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    1. Una de las mejores visitas que he hecho nunca, muchas gracias otra vez por aquello =D

      Ayns, a ver si saco tiempo de debajo de las piedras y voy a veros. En mayo, ¿vale? ^^

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    2. De acuerdo, cuando quieras ;). Me alegro mucho de que te gustara tanto la visita :).

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