martes, 3 de febrero de 2015

Super Bowl XLIX

Demonstración gráfica de cómo vivió Verano su primera Super Bowl (Pangur pasó de verla y de nosotros). Vale, quizá he exagerado un poco y la que estaba así de japi era yo, lo de Verano fue más bien así...


... aunque la mayor parte del tiempo fue algo así:

Curioso: esto pasa haya Super Bowl o no.
Menudo partidazo. De lo más emocionantes desde que llevo viendo la Super Bowl... aunque en este no hubo touchdown marcado con el culo. Otro anillo para Tom Brady y sus New England Patriots, que chafaron el objetivo de los Seattle Seahawks de ganar dos Super Bowl consecutivas. Lo siento chavales, me quedo con Brady (que es más guapo) y con el presidente de su equipo (que no sabe hablar y escucharle es muy gracioso). ¡Enhorabuena, chavales!

¿Pero eso fue todo? ¡NO! Sí, vale, hubo hostias a mano abierta. Pero a lo que me refiero es a... ¡los anuncios! Para mí es una de las noches más estresantes del año, porque no puedo levantarme de la silla. Creo que es el único programa en el que los anuncios molan casi más que lo que están emitiendo. Y mira que la Super Bowl mola cacho. Así deberían ser todos anuncios, como el de los deportistas de Reebok, el del móvil ese poderoso, el de las chicas que corren como chicas, el de Liam Neeson clamando venganza, el de los gatetes de Whiskas, el de Pierce Brosnan, el tráiler de Ted 2 con aparición estelar de Tom Brady y sus espermatozoides mágicos, el tráiler de Pitch Perfect 2 (¡wiiiii!), el de Jurasic World (¡más wiiiii!). Eso sí, el anuncio del niño muerto fue un cortarollos. Y el perrito de Budweiser sigue empeñado en que saquemos el pañuelo. Para muestra...


Aunque, sin duda, el mejor de la noche fue el protagonizado por Walter White. No Bryan Cranston, no, Walter White. SAY MY NAME.


La actuación del descanso de Katy Perry (que contó aproximadamente con el mismo presupuesto que el PIB de Grecia), escoltada por Lenny Kravitz, Missie Elliot, unas pelotas de playa con ojos y los tiburones más ridículos EVER, me moló mucho. Eso sí, Katie, un par de cosillas:

  1. Quiero este león/pantera/cosa para que me lleve al curro. 
  2. Tía, un poco de sentido del ridículo a veces es hasta bueno.
  3. ROAR.
Y ya por vergüenza (y para regalarnos los ojos) voy a dejar alguna imagen del partido. Y sí, tenía que ser de él.


Aquí el mejor gif del partido.
Y aquí el que mejor lo resume.

¡Hasta el año que viene, superbowlmaníacos!


PD.: Chris Evans y Chris Pratt estuvieron viendo juntos el partido.

¿Sabéis lo que es esto? ¿Lo sabéis? Seeeeee...

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